La composición de la escena, ya de por sí artificiosa, está más perjudicada que beneficiada por la adición posterior de la mujer agachada (la esposa de su hijo Istvan). En todo caso, la fotografía indica de Horthy no bajó la guardia en Estoril, y que seguía manteniendo una imagen de la mayor dignidad.
La casa (llamada "casa S. José") era de una elegante modernidad. Con posterioridad, se demolió ésta y se construyó otra en el mismo solar (o mejor, en una de las parcelas en las que dividió el solar), de estilo "vasco-francés", que ahora se alquila con el reclamo de haber sido la residencia del mandatario húngaro.
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