El Danubio, el lento gran río lodoso, desagüe de la vasta llanura panónica, tiene constantes cambios en su cauce. Las barras de arena se pueblan de vegetación y se transforman en islas ("sziget", en húngaro), uno de cuyos canales de separación con tierra se va llenando de barro y vegetación hasta desaparecer, en un interminable ciclo. El cauce principal, a su vez, cambiante, deja meandros calmos y lagos.
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